Sobre la soledad absoluta
Recuerdo un comentario hecho durante la cena: alguien que acababa de divorciarse decía "ahora tengo toda la libertad con la que siempre soñé". Es mentira. Nadie quiere ese tipo de libertad. Todos queremos un compromiso, una persona que esté a nuestro lado viendo las bellezas de Ginebra, discutiendo las visiones de la vida, o hasta incluso compartiendo un sandwich. Es mejor comer una mitad que comerlo entero, sin tener a nadie con quien compartir nada, ni siquiera un poco de comida. Es mejor quedarse con hambre que estar solo. Porque cuando estás solo - y me refiero a la soledad no elegida, sino a la que estamos obligados a aceptar - es como si no pertenecieras ya a la raza humana.
Comienzo a caminar hacia el lindo hotel del otro lado del río, con su cuarto superconfortable, sus empleados atentos, su servicio de primerísima calidad. Dentro de poco dormiré y mañana esta extraña sensación - que no sé por que razón - me atacó hoy, será apenas un recuerdo remoto y extraño, porque no tendré ningún motivo para decir "estoy solo".
En el camino de regreso me cruzo con otras personas solitarias; observo que tienen dos tipos de mirada: arrogante (porque quieren fingir que escogieron la soledad en esta bonita noche) o triste (porque entienden que no hay nada peor en la vida). Pienso en hablarles, pero sé que se avergüenzan de la propia soledad. Quizás sea preferible que lleguen al límite y entonces entiendan que es preciso atreverse, hablar con extraños, descubrir lugares para encontrar personas, evitar ir a casa para mirar TV o leer un libro - porque si hicieran eso, el sentido de la vida estaría perdido, la soledad se habría transformado en un vicio y a partir de entonces el largo camino de vuelta en dirección al ser humano ya no sería encontrado nunca más.
Paulo Coelho
Comienzo a caminar hacia el lindo hotel del otro lado del río, con su cuarto superconfortable, sus empleados atentos, su servicio de primerísima calidad. Dentro de poco dormiré y mañana esta extraña sensación - que no sé por que razón - me atacó hoy, será apenas un recuerdo remoto y extraño, porque no tendré ningún motivo para decir "estoy solo".
En el camino de regreso me cruzo con otras personas solitarias; observo que tienen dos tipos de mirada: arrogante (porque quieren fingir que escogieron la soledad en esta bonita noche) o triste (porque entienden que no hay nada peor en la vida). Pienso en hablarles, pero sé que se avergüenzan de la propia soledad. Quizás sea preferible que lleguen al límite y entonces entiendan que es preciso atreverse, hablar con extraños, descubrir lugares para encontrar personas, evitar ir a casa para mirar TV o leer un libro - porque si hicieran eso, el sentido de la vida estaría perdido, la soledad se habría transformado en un vicio y a partir de entonces el largo camino de vuelta en dirección al ser humano ya no sería encontrado nunca más.
Paulo Coelho
3 comentarios
dragonfly -
Besos
LILI -
Gabriela -
besito princesa